Erase una vez....

En esta ocasión voy a escribir algo diferente. Voy a escribir una historia. Por eso voy a empezar este post con ese comienzo tan típico.

Erase una vez, un joven inquieto, inconformista y acomodado, que decidió dejar las comodidades de su vida para intentar cambiar las cosas. Se embarcó en un proyecto personal en el que su principal objetivo eran las personas.
Poco a poco con el tiempo, una, dos, tres y hasta doce personas se fueron uniendo. Hora a hora, día a día y mes a mes trabajaban codo con codo. Empezaban el día repasando cómo había ido el día anterior y organizando el resto del día. Se reunían periódicamente para ver cómo de bien estaban haciendo las cosas y cómo podían mejorarlas más aún. No tenían otro fin que disfrutar de lo que estaban haciendo y hacerlo cada vez mejor, para que aquellos a quienes iba dirigido fuesen tan felices como ellos mismos.
Hablaban, discutían, reían, lloraban juntos. Entre ellos se fue estableciendo un fuerte vínculo. Cada día eran mejores, más fuertes, porque ya no se veían como individuos independientes, eran como una familia. Se aceptaban con virtudes, con sus defectos, sus manías.... iban creciendo juntos como personas. Las alegrías de los demás las sentían como propias y las penas eran capaces de sobrellevarlas mejor en compañía.
Como en todas las familias, hay miembros que se alejan y se pierde un poco el contacto. Hay otros con los que se sigue manteniendo el contacto. En este caso, pasó lo mismo. Algunas de las personas se fueron, otros se fueron pero siempre volvían por navidad....
Y llego un día en el que circunstancias externas hicieron que cada uno tomase caminos más o menos diferentes.
El joven protagonista de nuestra historia, pensó.... ¿habré fracasado? Nada más lejos de la realidad. Su proyecto había sido un completo éxito. Si bien el hogar no era el mismo, la familia que se había creado era lo suficientemente fuerte como para resistir esa separación, manteniéndose unida en la distancia y con una fuerza y voluntad por seguir trabajando día a día como hasta ese momento indescriptibles.

Y como todas las historias, cuando llegan a su fin, podría terminar con un colorín, colorado.... o con un fueron felices y comieron perdices. Pero, no voy a terminar así. Porque esta historia es como un puzzle que se deshace para algún día volver a ser construido. Así que la mejor forma de terminar es:

Continuará......


Para aquellos que hayan llegado hasta aquí (espero que al menos los protagonistas de esta historia hayan llegado), esta historia, comenzó hace casi 5 años. Cuando @joserra_diaz se lanzó a inaugurar la oficina de Biko en Donosti. Y aunque parezca raro, esta historia va de personas que desarrollan software. Va de personas que día a día van motivadas a trabajar. Va de personas que aprenden lo que es el trabajo en equipo. Va de personas que son felices en su trabajo. Porque el desarrollo de software no es trabajar con ordenadores y picar código. El desarrollo de software es mucho más: son personas haciendo cosas grandes que disfrutan con lo que hacen, y sobre todo, con quien lo hacen.

Así que un consejo, a aquellos que os dediquéis a esto del desarrollo software, formar vuestra familia, no os resignéis, en algún sitio la encontrareis. Vuestro día a día será mejor.

Y ya para terminar, solo tengo una palabra: GRACIAS. Gracias por estos 5 años. Gracias por vuestra amistad. Gracias por haberme ayudado a crecer profesionalmente, pero sobre todo gracias por haberme ayudado a crecer como persona. Un beso enorme a todos, os quiero un montón. Y lo mejor, es que esto no se ha acabado aquí. Esto continuará.


12 comentarios:

Sergio Leal dijo...

Bravo Jessica, hacía falta una dedicatoria a Joserra I El Grande y a todo el equipo que, al menos a mí, me marcó un antes y un después en mi carrera profesional, conocer un equipazo motivado y con ilusión que hizo grandes cosas, y que las seguirá haciendo.

Yo también os quiero a todos :)

"Porque esta historia es como un puzzle que se deshace para algún día volver a ser construido"

Olatz Zamora dijo...

Yo se la suerte y el lujo que tengo de haber participado con mi granito de arena en esta historia y de seguir participando!!! Algún día os enseñare a TODOS juntos mi " Lucky Bamboo"

Iñaki dijo...

Yo no puedo hacer otra cosa que aplaudir este post, un mas que merecido homenaje a Joserra aunque nos quedemos cortos ;). Para mi todo el equipo merece esto y más.
P.D.: Joserra gracias, por tu culpa ya no podemos hacer y aspirar a cualquier cosa ;)

Alex García-Alonso dijo...

zorionak Jessica, felicidades a tus compis Me alegra que haya personas que sepan valorar el trabajo en sí mismo y como servicio a otros : a los colegas y a los clientes Os deseo que mantengáis ilusión y amistad

Calamar dijo...

Lo importante, como siempre, son las personas. Siempre es bueno contar estas cosas para ver si nos damos cuenta.

Jessi dijo...

Gracias por vuestras palabras!
La verdad es que no es un homenaje (al menos no era mi inteción). Es NUESTRA historia. Es una historia en la que todos hemos sido protagonistas (no hay actores secundarios), que hemos construido día a día y codo con codo. La empezó Joserra y sin él no hubiésemos llegado hasta aquí (ni mucho menos), pero sin cada uno de nosotros tampoco.
Este es el espíritu #bikoDonosti y se merecía un hueco en mi blog. Vosotros os lo merecíais.

Joserra dijo...

Toda la razón para el comentario de Jessi, la historia es de todos, y no olvidemos a la toda la gente que también ha habido bajas por el camino :\
El mérito es de cada uno y de todos
A mi me ha dejado hoy sin palabras esta historia, días de muchas emociones estos que están pasando ;) Gracias Jessi por ponerla negro sobre blanco.

Manuel Román dijo...

Hola Jessica:
A mi me ha pasado como a Joserra... me he quedado sin palabras y un escalofrio me ha recorrido todo el cuerpo.
Has sabido describir y plasmar en tu blog lo que creo que pensamos todos... Joserra empezó una historia muy bonita que todos los que hemos tenido la suerte de participar en ella nunca podremos agradecérselo completamente. Él ha sembrado en todos nosotros una semilla que siempre tendremos con nosotros, que hizo que creamos que hay otra forma de hacer las cosas y que nos sintamos más que compañeros de trabajo entre nosotros.
Estamos en un momento de separación pero espero que nos volvamos a encontrar en el futuro. Será un día como de vuelta a casa y volveremos a compartir lo que cada uno haya aprendido durante este tiempo. Esto es mejora contínua y a lo mejor estos tiempos que ahora nos parecen tristes son parte de este proceso.
A mi también sólo me queda daros las gracias a todos, no hace falta decir nombres porque todos ya sabeis quienes sois... y como bien dices... hasta pronto!!!

@alvawindows - Álvaro Cornago dijo...

Y no sólo es algo que quedó en #Bikodonosti, porque en #Bikomutilva esa forma de inconformismo ha sido transmitida a muchas personas, que a la vez han ido contagiando a las demás... y desde mi punto de vista, traspasa los muros de las oficinas a la vida misma, a nuestro día a día, en el que cada vez queremos hacer las cosas mejor, mejor y mejor.
Gracias a Jessi por plasmarlo, y a todos los demás por poner cada granito de arena de esa playa que va siendo la vida y que ahora la tormenta ha revuelvo y, esperemos, volvamos a formar "montón" como dicen en mi pueblo!!

Jessi dijo...

Hola Alvaro! Si la verdad es que esta sensación traspasa muros... y en nuestro caso ¡hasta fronteras!
Al final hemos conseguido ser una familia, pequeña en número pero grande en sentimientos. Y hemos aprendido lo que es trabajar en un equipo de verdad.
Creo que no hay mucha gente que tenga esa suerte. ¡Somos afortunados!

Iñaki Echandi dijo...

Precioso Jessica. Todavia recuerdo cuando te hicimos ir a la sidrería antes siquiera de que te hubieses incorporado a Biko. Yo también dejé biko, pero hay muchas cosas y sobre todo mucha gente de la que nunca nos olvidaremos.
Mucha suerte,
IÑAKI

Jessi dijo...

Uf! aquella sidrería! cada vez que lo pienso me parece surrealista: quedé con alguien que no conocía en una estación de tren y de ahí me metí en un autobús lleno de gente desconocida..... Fue un comienzo atípico para una historia bonita.

Publicar un comentario